No puede terminar julio sin que yo publique la correspondiente receta de Red Velvet. Aquí os traigo una rica cheesecake, perfecta para estos calores. No necesitas encender el horno, se hace en un abrir de ojos y se agradece como postre o a media tarde, simplemente porqué sí.
En esta ocasión como base he utilizado los restos de bizcocho de la tarta cerditos en el barro.
Cuando al igualar una tarta te sobran restos de bizcochos tienes tres opciones:
1.- tirarlos. NOOOOOO!!!!!
2.- comertelos. Bueno…. jajaja
3.- Congelarlos y aprovecharlos después para hacer la base de otra tarta como ésta.
Ingredientes (para un molde de 20 cm de diámetro):
base:
– 200 gr de restos de bizocho de chocolate
– 75 gr de mantequilla
relleno:
– 75 gr de azúcar
– 200 gr de queso de untar
– 200 gr de nata 35% M.G.
– 3 hojas de gelatina
– 5 cucharadas de leche
– colorante rojo
para decorar:
– virutas de chocolate blanco
Preparación:
base:
Desmigamos los restos de bizcocho y mezclamos con la mantequilla fundida.
Forramos el molde elegido con papel vegetal y distribuimos la masa de la base. Refrigeramos.
relleno:
Hidratamos la gelatina en agua fría y reservamos.
Semimontamos la nata junto con el azúcar. Añadimos el queso de untar y batimos. Ponemos colorante rojo al gusto y mezclamos.
Calentamos la leche 30 segundos en el microondas y añadimos la gelatina escurrida. Dejamos templar ligeramente y añadimos a la mezcla, batimos.
Vertemos sobre el molde y refrigeramos mínimo 4 horas.
Cuando esté bien fría la tarta decoramos con virutas de chocolate blanco.
A disfrutar!!!