Hay comidas que al proponerlas, automáticamente piensas que has de disfrutarlas en compañía. Como por ejemplo, el rancho. Yo nunca hago rancho para mi sola, siempre espero hacer un buen caldero (si es en brasas mejor) y disfrutarlo junto a mucha gente.
Eso me ocurre a mi con los caracoles, cuando pienso en comerlos siempre lo hago sabiendo que no lo voy a hacer sola, sino muy bien acompañada.
Y debo decir que hasta ahora le echaba mucho morro y dejaba que fueran mi madre y mi suegra quien los preparara. Pero por fin, por fin he aprendido a hacer caracoles! Y me explico bien, he aprendido a cocinar caracoles, que no a limpiarlos. Una no tiene mucho tiempo que digamos y descubrir que los venden limpios y vivos ha sido una maravilla!
Cocinar con cerveza siempre mejora los platos, siempre ganan! En esta ocasión hemos probado la #GranReserva de Cruzcampo. Y lo hemos hecho al cuadrado, incorporando a la receta esta cerveza y tomándola junto a los caracoles ya cocinados, aportando el toque refrescante que hay que buscar cuando comemos caracoles (dice la leyenda que si los tomas con agua te sentarán mal).
Puesto que era la primera vez que cocinaba caracoles no podía dejar de compartir la receta con quien durante tantos años me los ha cocinado a mi, así que… comida familiar y como entrante…una buena ración de caracoles en salsa de tomate y cerveza acompañados, por supuesto, de Cruzcampo #GranReserva.
Sólo os diré que fueron un éxito y que la #GranReserva de Cruzcampo teletransportó a mi madre directamente 30 años atrás, al sabor de la cerveza que ella guarda en su memoria y que se tomaba cuando había terminado su jornada laboral.
Nosotros hemos adaptado a nuestros gustos la receta de Miquel. Te animas a comer caracoles con cerveza al cuadrado?
RECETA DE CARACOLES EN SALSA DE TOMATE Y CERVEZA
Ingredientes:
1 kilo de caracoles limpios y vivos
500 gr de tomate triturado
2 hojas de laurel
5 cayenas
1 cebolla
100 gr de jamón picado
330 ml de cerveza Cruzcampo #GranReserva
sal y AOVE (aceite de oliva virgen extra)
Preparación:
Aunque hayamos comprado limpios los caracoles vamos a volver a lavarlos muy bien hasta que el agua salga limpia.
Llenamos de agua 3/4 partes de una olla bien grande, el agua estará fría e iremos introduciendo los caracoles, tapamos y comenzamos a calentar el agua, añadimos una hoja de laurel y un par de cayenas. De esta manera engañamos a los caracoles y quedarán fuera. Si los echamos directamente en agua hirviendo se esconderán dentro de su concha.
Cuando comience a hervir desespumamos y cocinamos durante 30 minutos o hasta que estén tiernos los caracoles.
A continuación hacemos la salsa. Picamos una cebolla en «brunoise» esto es a daditos lo más pequeños posibles y la pochamos. Añadimos el jamón picado y 3 cayenas, sofreímos un par de minutos. Agregamos el tomate triturado, damos un punto de sal y la misma cantidad de azúcar para contrarrestar la acidez, ponemos una hoja de laurel, añadimos los caracoles y cocinamos durante 10 minutos.
Finalmente añadimos la cerveza y cocinamos durante 20 minutos más.
Si somos capaces dejamos que nuestro plato repose hasta el día siguiente, estará más sabroso.
A disfrutar!