Es fácil y rápido, y a los niños les encanta. Solo necesitais marshmallows blancos, palitos de brocheta y un rotulador comestible. Lo demás hay que dejarlo a la imaginación o a la inspiración, en mi caso, lo vi en: the decorated cookie.
Cuando salí de la habitación, mi hija entró, vió lo que estaba haciendo y mirad el resultado.