El pasado mes de enero me fuí a casa de Marisa. Pasamos el día juntas, me dió de comer unas fabulosas carrilleras de bacalao que en breve, muy breve haré yo en casa. Y pasamos un día redondo.
Cocinamos juntas donuts, cronuts y rosquillas. Unas deliciosas rosquillas que tampoco tardaré mucho en publicar en el blog.
Y también se nos ocurrió tener un reto juntas. Estuvimos pensando y como ambas tenemos un mismo libro, al final decidimos que haríamos un reto de dulces tradicionales, más bien de dulces de conventos.
Esta es nuestra primera receta: pestiños. Un dulce delicioso, de los de antes, hechos con mimo y con miel. Imagino que porque antes escaseaba el azúcar y en cambio la miel estaba más al alcance. No dejeis de probarlos!
Ingredientes:
– 100 ml de aceite de oliva
– 6 clavos
– 1 rama de canela
– 100 ml de vino blanco
– 300 gr de harina
– 1 cucharada de levadura
– aceite de girasol para freir
– azúcar para rebozar
almíbar:
– 200 gr de miel
– un chorrito de vino blanco
Preparación:
En una sartén ponemos a calentar el aceite de oliva y freímos durante un minuto a fuego medio, los clavos y la canela.
En un bol ponemos la harina junto con la levadura, mezclamos. Añadimos el vino blanco y colamos el aceite templado. Amasamos, formamos una bola y dejamos reposar durante 30 minutos.
Enharinamos ligeramente la superficie de trabajo y estiramos muy finamente la masa. Formamos cuadrados y cerramos por la mitad como si plegaramos un pañuelo, o bien cortamos rectángulos y los dobalmos sobre sí mismos varias veces formando un lazo.
Freímos en abundante aceite de girasol, escurrimos y ponemos en un plato sobre papel de cocina.
En un cazo calentamos la miel con un chorrito de vino blanco. Bañamos nuestros pestiños y rebozamos en azúcar.
A disfrutar!!!