Sí, lo he rebautizado porque este postre es un verdadero pecado de chocolate, oh, oh!!! sin palabras, indescriptible.
Lo cierto es que alguna vez me lo habían servido en restaurantes y pensé que sería muy complicado de hacer, pero lo ví en el blog «Al calor de un bizcocho» y no he tardado ni un fin de semana en hacerlos, y probarlos, ya me he cargado toda la semana de régimen 🙁
Para los que también quieran cometer este pecado, ahí os dejo esta facilísima receta.
Elementos del invento:
– 80 gr de chocolate de cobertura
– 50 gr de mantequilla
– 1 huevo + 1 yema
– 1/4 taza de azúcar
– 1 cucharada sopera de harina (bien cargada)
– moldes desechables
Apelotonamiento de los elementos:
En primer lugar enmantequillamos perefectamente los moldes, para eso derretí en el microondas un poco de mantequilla y la distribuí con un pincel en los moldes.
En segundo lugar hay que fundir el chocolate junto con la mantequilla al baño maría.
En tercer lugar, batimos el huevo con la yema y el azúcar, y volcamos en esta mezcla el chocolate con mantequilla (que ya estará tibio).
Para finalizar, echamos la cucharada de harina y mezclamos bien. Vertemos en los moldes y dejamos reposar en la nevera al menos 8 horas (yo los tuve 48, juas. Eso demuestra que los puedes tener preparados con antelación :P).
Horneamos a 200º durante 10-12 minutos, no más.
Desmoldamos cuando estén templados y servir para comer calentitos.
Ale, a disfrutar!!!