Aquí estoy, puntual a mi cita. Hoy sin hacer ruido, nadie ha notado mi presencia durante este mes, he estado callada, muy callada y no he presumido de que: ME LLEVE LA RECETA EL PRIMER DÍA!!! Jajajaja, jajaja (imaginad risa maléfica porfavor).
Después de disfrutar de la publicación del robo perpetrado en el mes de octubre, de puntillas y mientras todos los demás ladrones estaban distraídos, me dirigí a la cocina de la nueva víctima RossGastronómica. Ella también estaba distraída, el nombramiento le pillo con los rulos puestos y en albornoz y estaba en su dormitorio cuando yo entré en la cocina y le robe, con todo mi descaro, su trenza de masa de brioche o Kringle Estonia.
Y debo confesar también que Rosa se toma su tiempo para arreglarse, porque estuve dudando entre 7 recetas!!! Pero a este brioche yo le tenía muchas ganas desde que vía Foodgawker lo ví en Just love cookin, justo ahora hace 2 años (Y he de decir que la receta es la misma, mismisima hasta el último gramo!!!).
Como siempre digo, mi carpeta es enorme, mi cerebro también, jajaja. Y con paciencia a todas las recetas les llega su torno, como a este maravilloso Kringle Estonia, del que yo no dí fe, pero no quedaron las migas, así que digo yo que rico estaría un rato, no??? jajaja
Ingredientes:
masa:
– 120 ml de leche
– 25 gr de miel
– 30 gr de mantequilla con sal
– 1 yema de huevo
– 15 gr de levadura fresca
– 300 gr de harina de fuerza
relleno:
– 50 gr de mantequilla con sal
– 3 cucharadas de azúcar
– 2 cucharaditas de canela
glaseado:
– 1 clara de huevo
– 50 gr de azúcar glass
Preparación:
Derretimos la mantequilla y dejamos templar.
Calentamos ligeramente la leche y disolvemos la levadura fresca.
En panificadora: ponemos los ingredientes en la cubeta según indique el fabricante. En mi caso, la leche, la mantequilla, la miel y la yema de huevo. Seguido los ingredientes sólidos, es decir, la harina. Amasamos durante 15 minutos solo programa amasado.
Sin panificadora: en un bol ponemos la harina, hacemos un hueco en el centro y ponemos la leche, la mantequilla, la miel y la yema de huevo. Amasamos durante 10 minutos.
En ambos casos, formamos una bola y dejamos leva dentro de un bol durante 1 hora (cubrimos con un paño).
Mientras esperamos podemos preparar el relleno, para ello batimos la mantequilla a tempertatura ambiente junto con el azúcar y la canela, hasta formar una pasta uniforme.
Tras el levado, desgasificamos. Espolvoreamos de harina la superficie de trabajo y estiramos la masa con paciencia (al principio costará mucho), hasta formar un rectángulo de aproximadamente 40×50.
Con la ayuda de una lengua pastelera extendemos el relleno y enrollamos la masa sobre sí misma.
A 2 cm del comienzo cortamos por la mitad la masa y trenzamos una parte sobre la otra, quedando hacia arriba la parte estriada del relleno. Enroscamos sobre sí misma y cerramos el círculo pintando los dos extremos con un poco de agua para que se peguen.
Horneamos a 190º (yo con aire) durante 20 minutos.
Mientras se hornea la masa preparamos el glaseado. Para ello batimos ligeramente la clara de huevo e incorporamos el azúcar glass. Batimos hasta que la glasa también sea uniforme.
Inmediatamente después de sacar nuestro kringle del horno lo pintamos con la glasa con ayuda de una brocha.
A disfrutar!!!