Esta tarta es una de las muchas que he hecho este verano sin necesidad de encender el horno. Es refrescante y sienta fenomenal, aún depués de una copiosa comida. Ya sabeis, os animo a que la probeis 😉
Fuente: La cocinika de Ana
Elementos del invento:
– 150 gr de azúcar
– 280 gr de nata
– 3 huevos
– 75 gr de zumo de limón
– 6 hojas de gelatina
– 6 cdas de mermelada de melocotón o mermelada de albaricoque
– 2 cdas de zumo de limón
– una base de bizcocho
Elaboración de los elementos:
Esta vez me decidí por poner una base de tartas ya comprada, me parece muy práctica y así no tengo que encender el horno. También podeis sustituirla por la típica base de galletas trituradas.
Hidratamos la gelatina y la disolvemos en el zumo de limón que habremos calentado.
Separamos las yemas de las claras, montando éstas últimas.
Batimos las yemas junto con el azúcar y añadimos colado el zumo de limón junto con la gelatina.
Montamos la nata y la añadimos. Montamos las claras de huevo y las añadimos.
En el molde elegido colocamos la base de tarta y sobre ésta volcamos la masa de la mousse. Refrigeramos, mínimo cuatro horas.
Calentamos la mermelada y disolvemos el zumo de limón. Volcamos sobre nuestra tarta ayudándonos de una cuchara, volcamos sobre la cuchara la mezcla para que no salte la mousse de limón. (Probad a colar la mermelada, yo lo haré la próxima vez).
Refrigeramos de nuevo hasta la hora de servir.
Ale, a disfrutar!!!