Hace más de un año que tenía puesto el post it en el libro de Linda Collister «Pan, de la chapata al pan de centeno». Un libro maravilloso con panes de todo el mundo.
Y a pesar de tener el libro lleno de post it con decenas de recetas por hacer, aún no había hecho ninguna. Pero si algo tenía claro es que la primera que iba a hacer era esta receta. Fue ver la forma de este pan y entrarme por los ojos, no os parece???
Este pan dulce lo preparé la víspera tras el primer levado. A la mañana siguiente fue cuestión de ponerlo a temperatura ambiente durante una hora y hornear. Me resultó muy cómodo, la verdad es que es una técnica que últimamente hago mucho.
Y cuál fue la motivación final que me ha llevado a hacer este pan dulce??? El concurso de El Pastelito Valiente. Hacer un dulce típico de algún país, es que ni me lo pensé, saqué inmediatamente el libro y abrí directamente la hoja, y alé a hornear y amasar.
Este pan dulce es típico de Suecia que se toma con el café. Por lo visto allí es habitual aromatizar los dulces con cardamomo (que por otra parte resulta una especia costosa) y canela.
Ingredientes:
masa:
– 50 gr de mantequilla
– 150 ml de leche caliente
– 15 gr de levadura fresca
– 300 gr de harina de fuerza
– 1/2 cucharadita de sal
– 50 gr de azúcar moreno (en mi caso Dark brown sugar)
– 10 gr de cápsulas de cardamomo
relleno:
– 50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
– 50 gr de azúcar moreno (yo Dark brown sugar)
– 1 cucharadita de canela molida
Preparación:
Derretimos la mantequilla y mezclamos junto con la leche, a continuación desmigamos la levadura.
En un bol grande mezclar la harina, la sal y el azúcar.
Sacar las semillas del cardamomo y machacar con el mortero. Añadir a la mezcla de harina. Hacer un volcán y añadir los ingredientes líquidos. Amasar durante 10 minutos hasta que la masa este homogénea. Tapar con un paño y dejar levar durante 1 hora o hasta que haya doblado su volumen.
Mientras tanto preparamos el relleno, para ello batimos la mantequilla junto con la canela y el azúcar hasta obtener una pasta uniforme. Reservamos.
Enharinar la superficie de trabajo, desgasificar la masa y estirar con un rodillo hasta formar un rectángulo de 30 cm de lado. Distribuimos la pasta del relleno y cerramos la masa como si fuera un brazo de gitano. Pasamos a una bandeja de hornear cubierta con papel.
Con la ayuda de unas tijeras hacemos cortes muy profundos (casi hasta el final), con un centímetro de separación entre ellos. Llevamos el primer trozo hacía la izquierda, el siguiente a la derecha y así sucesivamente hasta que se termine la masa.
Opción A: tapamos con un trapo y dejamos levar durante 1 hora o hasta que haya doblado su volumen.
Opción B: tapamos con papel film aceitado y dejamos toda la noche a la nevera. Sacamos 1 hora antes de hornear.
Espolvoreamos con azúcar glass y horneamos a 200º (yo con aire) durante 20 minutos.
Al sacar del horno volvemos a espolvorear con azúcar glass.
A disfrutar!!!