Soy más de ciudad que el asfalto. No tengo pueblo, mis padres tampoco tenían pueblo y el que pudiera tener de mis abuelos, Lucena (Córdoba) me cae a más de 700 km de Zaragoza, sin casa, ni familia a la que ir a visitar. Así que, os tengo una envidia terrible sana a quienes podéis disfrutar de vuestro pueblo.
Además, la gente que tiene pueblo, es doblemente culta y ve su vida enriquecida el doble. Salvo el olivo y el pino, soy incapaz de distinguir otros árboles (bueno, el cirprés….también). La vida en un pueblo enriquece a quienes la pueden disfrutar.

Y además, te suele dotar (previo trabajo, ya lo se, que gratis no hay nada), de productos km 0. Ya os he dicho en más de una ocasión que a mi no me merece mucho la pena hacer según qué mermeladas caseras. Y es que comprar fruta para hacer mermelada no me sale muy a cuenta. Y siento nuevamente envidia sana cuando alguien me dice que se ha pegado todo el fin de semana embotando tomates para todo el invierno o haciendo mermeladas para aprovechar la cosecha.
Así que, cuando mi compañera de trabajo Dolores, me trajo tomates verdes y me dijo que ella preparaba una mermelada estupenda, no lo dudé. Y aquí estoy, agradeciéndole, no sólo que me diera esos maravillosos tomates tardíos, sino su receta de mermelada de tomates verdes.

RECETA DE MERMELADA DE TOMATE VERDE
Ingredientes:
- 1 kilo de tomate verde
- 700 g de azúcar
- 1 manzana pequeña
Preparación en robot de cocina:
Lavamos los tomates y quitamos el pedúnculo. Troceamos en cuatro y colocamos en la jarra del robot de cocina.
Lavamos la manzana y retiramos sólo el rabito. Partimos en cuatro y colocamos en el vaso del robot de cocina.
Trituramos durante 40 segundos a velocidad 4.
Añadimos el azúcar y mezclamos durante 30 segundos a velocidad 4.
Finalmente cocinamos la mermelada durante 20 minutos a 120º y velocidad 4.
A disfrutar!