Hoy os vengo a proponer una receta de aprovechamiento. Si he de ser sincera y como creo que ya os he comentado otras veces (es lo que tiene escribir un blog desde hace más de 11 años, que probablemente me repita contando algunas historietas), en mi casa pocas veces sobra comida, siempre preparo la justa.
Y si he de ser más sincera aún, hasta la fecha nunca había sobrado pulled pork, pero mira tú por dónde, un buen día quedaron unos restos muy tontos que no daban apenas para cenar ni a una sola persona.

Pensando cómo podría aprovecharla de la mejor manera posible, se me ocurrió preparar una pizza. En esta ocasión la base es de nata espesa, me encantan las pizzas con base blanca, como la pizza carbonara que es un éxito en casa. La base blanca proporciona a las pizzas un sabor distinto, ligero diría yo.
Si aún no habéis preparado nuestra receta infalible de pulled pork cocinado en olla rápida, ahora tenéis dos tareas pendientes. Hacerla y guardar un poquito para preparar esta deliciosa pizza.

RECETA DE PIZZA PULLED PORK
Ingredientes para 1 pizza mediana:
1/4 masa de pizza casera o una base de pizza mediana
100 gr de nata fresca para cocinar
1/4 cebolla morada
100 gr de mozzarella rallada
250 gr de pulled pork
orégano seco y sal
canónigo y rúcula
Preparación:
Precalentamos el horno a 200º.
Estiramos la masa de pizza y repartimos la nata fresca. Damos un punto de sal y espolvoreamos orégano seco.
Cortamos la cebolla morada en una juliana muy, muy fina y repartimos sobre la pizza.
Horneamos durante 10 minutos.
Sacamos la pizza, repartimos la mozzarella y el pulled pork.
Horneamos 5 minutos más.
Repartimos un poco de canónigos y rucula, le dará un toque fresco a la pizza.
A disfrutar!!!