Tenía tantas, tantisimas ganas de hacer estas galletas, que el concurso de Maleka, La Luna en Dulce, ha sido la excusa perfecta para hacerlas. Las he llevado hoy a la salida del cole de la niña y mientras estabamos en una terracita han ido cayendo poco a poco, menos mal que aún han quedado algunas para que las probara mi sobrino de 5 años, al que también le han gustado muchisimo, os recomiendo que las probeis 😉
Hay muchas recetas de shortbread en la red, al final me he decantado por la publicada por el Monstruo de las Galletas, que si ya de por sí es garantía de éxito, aún mayor es el éxito si la receta se la dió a su vez Trotamundos (food & cook). Yo he hecho cambios en cuanto a la forma de hacerla, no en cuanto a los ingredientes.
Los shortbread tienen tres formas caracterísiticas: «Petticoat Tails»: un gran círculo, que se divide en segmentos tan pronto como se saca del horno; «Rounds»: galletas redondas individuales; o «Fingers» (dedos): rectangulares de ¾ pulgada o 2 centímetros (wikipedia). Como podeis comprobar yo me he decantado por la primera opción: petticoat tails.
Elementos del invento:
– 250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
– 250 gr de harina
– 150 gr de azúcar
– 75 gr de harina de arroz
Elaboración de los elementos:
Batimos la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar. Añadimos los dos tipos de harina tamizados.
Entre dos laminas de papel de hornear estiramos la masa y refrigeramos durante una hora.
Marcamos nuestras galletas con la forma que le quedamos dar. Las porciones se marcan sin llegar a romper y se perfora con un tenedor o un palito de piruleta (en mi caso).
Horneamos a 160º durante 30 minutos (hasta que se dore un poquito).
Nada más salir del horno, terminamos de marcar la galleta, ahora sí que podemos hasta el final. Y espolvoreamos con azúcar.
Ale, a disfrutar!!!