Tener una niña de 4 años hace que te tragues muchiiiisimos dibujos. Anoche tuvimos que soportar unos que se llaman Pichi, Pichi, Pitch, pero la verdad es que son insoportables, no sabía si cortarme las venas o dejarmelas largas. Dibujos japoneses (de esos con los ojos muy grandes), las chicas con largas piernas y bustos desorbitados (y eso que estaban en edad de ir al instituto), hablando de novios, pero lo peor… las luchas y guerras eran de canciones!!!!!!!, agggg
Bueno, todo este rollo viene porque ayer le hice a la niña para cenar (mientras nos tragabamos las pichis de las narices), una cangreburguer. Siempre ha comido bien el pescado, pero desde que hemos vuelto al colegio lo rechaza. Yo quiero pensar que es porque oye a los otros niños decir que no le gusta, porque de hecho luego se lo come divinamente, pero su primera reacción es de rechazo.
Con la tontería de los dibujos de Bob Esponja no hace más que pedirme una cangreburguer y por la mañana vi en Mercadona unas hamburguesas de emperador y pulpo, así que aproveché la ocasión y le hice la hamburguesa. Lo de la carita sonriente con ketchup fue imprescindible, pues según me explicó mi hija, así las prepara Bob Esponja.
Personalmente he de decir que para comerlas en un plato están bien, pero que montadas como una hamburguesa normal se me resistía, mi cerebro intentaba reconocer todos esos sabores juntos, pero con el pescado no lo relacionaba, jajaja
Salu2. Paula