El pasado jueves 12 de noviembre viajé hasta Úbeda para conocer en primera persona los AOVE (aceite de oliva virgen extra) tempranos de este año, los aceites premium. Aquellos que se obtienen de las primeras aceitunas recogidas en octubre.
En el Centro de Interpretación Olivar y Aceite de Úbeda Javier Gamez y Soledad Román (Director y Gerente respectivamente del Centro), junto con el Diputado de Agricultura de la Diputación de Jaén Pedro Bruno, nos presentaron los 16 aceites premium de esta temporada, cuyas bondades nos fueron contando sus respectivos productores.
Nos transmitieron el duro trabajo que hay detrás de cada cosecha, de cada recogida. No solo las inversiones, sino las ilusiones y toda una vida dedicada a la aceituna. Por sus venas no corre sangre, sino aceite de oliva virgen extra, pues no conciben dar ningún paso en su vida sin respirar, sin disfrutar, sin beber, sin acompañarlo de sus olivas, sus aceitunas, de su oro líquido.
De todas las frases que se dijeron, me quedo con éstas:
«Detrás de cada botella de aceite hay muchas noches sin dormir»
«Luchamos por sacar adelante no aceite, sino un buen Aceite de Oliva Virgen Extra»
» El aceite como buena obra de arte se intenta falsificar, pero un aceite de oliva virgen extra es infalsificable»
Como todo buen anfitrión nos enseñaron la historia de su territorio y nos hicieron disfrutar de una visita nocturna por Úbeda, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Sin palabras, bueno sí que las tengo, pienso volver dentro de muy poco con la familia!
La mejor manera de sentir nosotros mismos todo lo que nos habian intentado transmitir el día anterior era conociéndolo de primera mano, así que el viernes por la mañana nos dimos un buen paseo entre olivos. Una experiencia muy grata, ya que nos acompañaron los propios productores de aceite, quienes nos iban contando todos los pormenores de la producción.
Solo os puedo decir que transmitían pura pasión por el olivo, la aceituna y el aceite.
Y cómo no! Después de ver los campos de olivos había que saber cómo se transformaba la materia prima, así que ahí que nos fuimos a la almazara SCA San Vicente de Mogón, donde vimos desde cómo llegan las aceitunas y son separadas, siguiendo por la molturación, la obtención del oro líquido y su envasado.
La mejor manera de transmitirnos el producto era probándolo.
El jueves por la noche pudimos disfrutar de las maravillosas creaciones de Anselmo Juárez Viedma del restaurante Zeitum, Florencio Ruiz del restaurante Amaranto y Juan Carlos Trujillo del restaurante Canela en rama. Y el viernes comimos de la mano de Ana Castillo e Inés Moreno del restaurante Tendal, Montserrat de la Torre del restaurante Cantina la estación y Francisco Manuel Peñuela del restaurante Asador de Santiago.
Cada plato estuvo elaborado con uno de los 16 AOVES tempranos que nos estaban presentando, de tal manera que pudimos disfrutar de todos ellos.
Y no hay mejor manera de terminar la jornada que con una buena cata de aceite, no os parece??? A mi personalmente me encanta que me guien, me hagan pensar, me descubran las propiedades y características del aceite. Catar aceite es una experiencia que recomiendo a todo el mundo, pues creo que la siguiente vez que pruebas un aceite, en una ensalada, en una tostada… ya no lo haces de la misma manera, pues descubres aromas y sabores que antes no percibías.
Hace mucho tiempo que en mi casa solo se consume aceite de oliva virgen extra. ¿Por qué? Porque es el de máxima calidad. El aceite de oliva virgen extra es el mejor aceite que se puede obtener. Si tiene alguna pequeña deficiencia (muy pequeña) obtendremos simplemente aceite de oliva virgen. Y todo lo demás, el obtenido de muy mala calidad y de aceitunas dañadas es el aceite lampante. Aceite que debe ser sometido a procedimientos de refinado (a veces hasta en 14 ocasiones) y al que se le añade una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen extra para que de color y sabor, y que se denomina aceite de oliva.
Después de saber esto: ¿tú que aceite vas a tomar?
Salu2. Paula